Voy a escribir este texto sobre los efectos del mercurio en la salud humana, ya que el año pasado fuimoos en clase de Física y Química al laboratorio y allí se rompió un termómetro de mercurio y la profesora nos preocupó diciendonos que era cancerígeno.
La exposición a corto plazo a altos niveles de vapores de mercurio metálico puede provocar daño a los pulmones, así como náuseas, vómitos, diarrea, aumento de la presión arterial o del ritmo cardíaco, erupciones en la piel, irritación ocular...
El mercurio puede ser inhalado y absorbido a través de la piel y las mucosas y llegar al cerebro, que se puede manifestar con irritabilidad, timidez, temblores, problemas de visión o audición, y la memoria.
Una persona no solo se expone a intoxicarse con mercurio de ese modo, si no que el pescado y marisco tiene una tendencia natural a concentrar el mercurio en sus cuerpos, bastances veces en forma de metilmercurio(un compuesto orgánico de mercurio altamente tóxico). Las especies que están más arriba en la cadena alimenticia (tiburón, pez espada, atún blanco, caballa...) tienen concentraciones más altas. Como el mercurio y el metilmercurio son solubles en grasa, se acumulan principalmente en las vísceras, aunque también se encuentran en todo el tejido muscular. Cuando estos peces son consumids por un depredador, el nivel de mercurio se acumula. Ya que los peces son menos eficientes en la depuración de metilmercurio, la concentración de mercurio en el organismo aumenta con el tiempo y la consumición de otras especies. Así, las especies que son altos en la cadena alimentaria acumulan la carga corporal de mercurio que puede ser diez veces mayor que las especies que consumen. Este proceso se denomina biomagnificación. El envenenamiento por mercurio ocurrido de esta manera en Minamata, Japón, ahora se llama la enfermedad de Minamata.
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