Una pareja había decidido no tener hijos varones, ya que la mujer tenía una extraña mutación genética hereditaria vinculada al cromosoma X que causa a los hombres que la sufren una ceguera progresiva y a las mujeres portadoras. Tuvieron una hija gracias a la reproducción asistida, y ahora, la ciencia permite identificar genes específicos y ha hecho posible que gesten un niño sano, sin que importe su sexo.
¿Cómo lo hicieron?
Para seleccionar un embrión sano los médicos realizaron una biopsia de varios ejemplares obtenidos previamente en la probeta y elegir los que no portaban la mutación. Eso permite que nazcan hijos sin ella, e impide al mismo tiempo que la enfermedad se reproduzca en generaciones sucesivas.
¿Es legal?
Este procedimiento, que los expertos llaman "diagnóstico genético preimplantacional", lleva aplicándose varios años. La Ley de Reproducción Humana asistida establece que esta técnica se podrá usar en caso de "detección de enfermedades hereditarias graves, de aparición precoz y no susceptibles de tratamiento curativo posnatal con arreglo a los conociemientos científicos actuales".
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